No voy a entrar en detalles para no fastidiar a todos los que no han visto esta película. Es demasiado buena y Sherk demuestra como tuvo en sus manos la posibilidad de ser “Hombre Porrón” (bueno en este caso ogro porrón); ya que por estar casado con la princesa Fiona automáticamente él pasaría a ser el rey.
Demuestra como “ogro que se respeta” no acepta ser “ogro porrón” y prefiere darle un estilo de vida (muy a su manera) a la princesa Fiona.
Otra gran enseñanza que nos deja esta película aspirantes a Mujer Florero es: La cara de compasión que ponen el gato con botas (que en esta oportunidad también la vemos en Burro). Apréndanse de memoria esa cara, practíquenla en el espejo y cada vez que vayan a pedir algo recuérdense de poner “cara de gatos con bota” (esto funciona desde con la víctima hasta con el señor del estacionamiento para conseguir puesto.. créanme).
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1 comentario:
Hola maria, si en el gato con botas la cara se ve muy tierna pero en burro, en burro las cosas cambia se ve feo!!!
Jejeje saludos
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