Caso NO exitoso

Tengo una amiga a la cual veo cada vez que llevo a mi hija a sus clases de Flamenco, se llama Vilma.
Ella no es una Mujer Florero, ella parece la muchacha de servicio de su casa. Eso si que no deben hacerlo nunca; recuerden el término de Mujer Florero todo lo que incluye y excluye.

Cada vez que llega pareciera que le hubiese pasado el Metro por arriba, tiene dos niñas: La mayor de 4 años y la más pequeña sólo de 1 año y medio.

Cada vez que me ve la pobre se desahoga casi llorando: dice que no puede más, que no tiene vida; y que aunque suene feo en ocasiones ve a sus dos princesitas como “dos mostricos”. Que no quiere saber nada de su casa y que quiere tener un trabajo (y miren con quien se desahoga; ella no tiene idea de que tengo éste Blog).

No, no y no. Vilma no es el modelo de Mujer Florero que estamos buscando. ¿Dónde queda el negocio propio? ¿Dónde quedan las doncellas? ¿Dónde queda lo de estar siempre lindas y bellas? ¿Y el glamour?

Pongan las reglas claras, si van a migrar de frecuencia es para tener un “up-grade”; olvídense del modelo de Vilma. Y si por casualidad ese es el modelo que les ofrece su “víctima” olvídenlo! Es preferible esperar hasta que pase otro autobús, digo otra "víctima".